- Unos globos.
- Un envase vacío (de 1 o 1,5 lt).
- Una cucharita.
- Un embudo.
- Vinagre.
- Bicarbonato de sodio.
Experimento: Vierte el vinagre en el envase (aproximadamente llena 1/3 del recipiente). A través del embudo, ponle 2-3 cucharaditas de bicarbonato. Ubica un globo sobre la boca del envase y verás cómo el globo empieza a inflarse. El globo lleno de dióxido de carbono no podrá elevarse. Para que se mantenga junto al techo, frota sobre el globo cualquier tela sintética y luego "pégalo" al techo.
Revelación: Como resultado de la interacción de bicarbonato de sodio con vinagre, se libera el dióxido de carbono que llena los globos. Y gracias a la electricidad estática, los globos inflados de esta manera se mantendrán pegados al techo hasta 5 horas.
créditos: ver original
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